DESCRIPCIÓN
Los callos son una hiperqueratinización localizada, con un núcleo más denso en parte superior y lados de los dedos del pie (frecuente en articulaciones), muy dolorosos si presionan terminaciones nerviosas.
Se originan por un calzado inadecuado, por el roce y presión sostenidos, en zonas que no soportan el peso del cuerpo.
Aparece enrojecimiento de la piel, con sensación de escozor y picor. Si el roce persiste, se forma una dureza que acaba convirtiéndose en un callo.
La mejor forma de prevenir la aparición de los callos es eliminar la causa de la presión o roce, y por tanto es indispensable el uso de calzado cómodo y apropiado.
¿CÓMO SE APLICA?
Aplicar sobre la piel limpia y seca.
No utilice cremas ni limas.
Coloque el producto en medio del callo, evitar el contacto con el adhesivo. Los extremos del apósito deben quedar bien fijados sobre la piel.
CONSEJO DEL FARMACÉUTICO
No quite el apósito hasta que se suelte por si mismo.
Pueden mojarse los pies.
Repetir el tratamiento hasta que la piel quede lisa.
Los restos del adhesivo se eliminan con alcohol.
No haga cortes en el apósito.
No contiene látex.